jueves, 21 de agosto de 2008

Sexo, Iglesia y educación (versión preliminar)

La Iglesia se ha metido subrepticiamente bajo las faldas de la Secretaría de Educación Pública. Como material de apoyo para la materia de Ciencias I de la educación secundaria para el tema de sexualidad se propone el libro "Sexualidad y salud humana", coordinado por la señora Paz Fernández Cueto, insigne voz de la ultraderecha católica mexicana, para lo cual se destinaron más de diez millones de pesos del presupuesto público.

En el contexto de la presentación del libro "Tú futuro en libertad: por una sexualidad y salud reproductiva con responsabilidad", publicado por el Gobierno del Distrito Federal, se generó una polémica entre ambos libros.

Como bien argumentó Gabriela Rodríguez ("Simulación frente al SIDA", en La Jornada del 15 de agosto), una de las coautoras del texto publicado por el GDF, el libro que la SEP recomienda y distribuyé dista mucho de presentar una postura sustentada científicamente (el artículo tercero constitucional afirma sobre la educación pública "El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios").

Más aún, podemos rastrear los argumentos de la señora Paz Fernández Cueto (los cuales se cuelan al texto de la SEP), y en general los de la derecha conservadora, hasta la encíclica "Humanae Vitae" del papa Pablo VI, en la cual se asienta la postura de la Iglesia Católica a los anticonceptivos modernos.

La idea, que ellos afirman es la central, para cuestionar la política de repartir y promover el uso de condón es que el condón no elimina el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual (ITS). El riesgo de que falle está entre 10 y 18% en su uso promedio, bien usado el riesgo disminuye al 2%. En cambio debe promoverse "la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad mutua en la pareja" ("Quítate la ropa y ponte un condón", Fernández Cueto).

Dicha postura elimina de tajo la libertad de las personas sobre su propio cuerpo y de decidir cómo vivir su vida sexual y sentimental (Pablo VI nos dice en su encíclica: "el hombre no tiene un dominio ilimitado sobre su cuerpo en general, del mismo modo tampoco lo tiene, con más razón, sobre las facultades generadoras en cuanto tales, en virtud de su ordenación intrínseca a originar la vida": el hombre está para tener hijos por órdenes divinas).

Pero además nos advierten de que pasa si continúa la repartición de condones: "Se distribuirá un millón para celebrar el Congreso del SIDA, y todavía se atreve el doctor Córdova Villalobos a declarar que no pretende fomentar la promiscuidad. ¿Entonces para que los reparte?, ¿será para que los jóvenes se diviertan inflando globos?" (mismo artículo). ¿Qué dice la Iglesia, a través de Pablo VI, al respecto? "Consideren, antes que nada, el camino fácil y amplio que se abriría a la infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad".

Sin embargo para la prevención de embarazos no deseados nos recomiendan los métodos anticonceptivos naturales, como el método de Billings. En el uso común nos da una tasa de riesgo de hasta el 29% (bien usado hasta 3%). Resulta aceptable un riesgo de hasta el 29% (si se trata de tener hijos, pero con una tasa muchísimo más alta en la transmisión de ITS) pero un riesgo de hasta el 18% resulta inaceptable.

Basta ver que Pablo VI dice: "La Iglesia es coherente consigo misma cuando juzga lícito el recurso a los periodos infecundos [como el método de Billings], mientras condena siempre como ilícito el uso de medios directamente contrarios a la fecundación [como el condón]".

1 comentario:

Yagunzhe dijo...

¡Hey, este me gustó mucho más que el anterior!, el argumento es simple y desarrolla una sola idea.

Salut,