domingo, 4 de mayo de 2008

Las "verdades" de la NARTH o el lobo vestido de oveja

La NARTH (Asociación Nacional para la Investigación y Terapia de la Homosexualidad, organización de los Estados Unidos de América) hace una agresiva defensa de la diversidad, el pluralismo y el libre albedrío en su discurso lo cual le ha allegado adeptos y espacios en los cuales difundir sus posturas. Sin embargo pretendo mostrar que su defensa de la diversidad, del pluralismo y del libre albedrío es un mero disfraz. Los dados de antemano ya están echados sin posibilidad de cuestionarlos, i.e. sólo su postura es y será la correcta (aun más, la verdadera). Manejan un doble discurso: afirman que su postura ante todo es científica pero no cejan en cuestionar el carácter científico de otras posturas con base en argumentos que en principio ponen en duda el carácter científico de la suya.

Uno de los textos más representativos de lo anterior es el siguiente, que aparece en su Declaración de Principios ([1]):

"Llamamos a nuestras asociaciones hermanas de salud mental a dejar de declarar falsamente que poseen 'conocimiento científico' que resuelve definitivamente la cuestión de la homosexualidad. En vez de eso, nuestras asociaciones de la salud mental deben dejar espacio para distintas formas de entender a la familia, la esencia de la identidad humana, y el significado y propósito de la sexualidad humana".


Defensa de la diversidad, el pluralismo y el libre albedrío en el discurso de la NARTH

En diversos documentos la NARTH defiende la dignidad, autonomía y libre albedrío de todos los sujetos (clientes en sus términos, [1], [3]), la libertad de afirmar (to claim) su orientación sexual ([1]), de no cambiarla ([2], [3]) y de acceder a terapias de reorientación si así lo desean (el caso de la "AMS no deseada", i.e. atracción por el mismo sexo no deseada, [1], [2], [3]).


También hacen un llamado por la diversidad y el pluralismo y, con base en ello, argumentan que en las escuelas deben enseñarse todas las posiciones, tanto las que ellas denominan como gays (dentro de las cuales podemos encontrar las de la APA, American Psycologist Asociation [1], [3]) como las suyas (que ellos llaman tradicionalistas).


La trampa en el argumento

La homosexualidad hasta el siglo XIX no existía en el léxico médico, así pues hasta antes de esa fecha no se le podía considerar enfermedad en un sentido moderno del término. El proceso mediante el cual las prácticas homosexuales (todavía no como homosexualidad, pues está última determina la aparición de un nuevo sujeto) pasó de ser un pecado a un delito para convertirse en una enfermedad psiquiátrica está bien documentado (y así aparece el sujeto homosexual, trascendiendo las meras prácticas, [4]).


A la par que aparece la homosexualidad como enfermedad empiezan los intentos por curarla. Desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX encontramos esfuerzos encaminados a, de una u otra forma, tratar y eventualmente curar la homosexualidad. Dichos esfuerzos se intensifican y se hacen más visibles a partir de la década de los sesenta, como respuesta a la aparición del movimiento gay en los Estados Unidos. Producto de esta intensificación son los grupos de "auto-ayuda" entre lo que se suelen llamar "ex-gays", homosexuales que han "modificado" su orientación sexual hacía la heterosexualidad (i.e. se han "curado") como "Love in Action" (1973), "Exodus International" (posiblemente la más conocida, 1976) y "Courage International" (1980).


Como respuesta al retiro de la homosexualidad como trastorno mental del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-III), editado por la Asociación Psiquiátrica Americana en 1973 y de los trabajos de ésta y de la Asociación Psicológica Americana tendientes a dar un trato más equitativo a la homosexualidad con respecto de la heterosexualidad surge la NARTH (en 1992) conformado por un grupo de psicólogos, psicoterapeutas y médicos que están en desacuerdo con aquellas.


Las personas y grupos que han trabajado en el tratamiento y la curación de la homosexualidad han estado históricamente ligados con personas y grupos religiosos y durante muchísimo tiempo sus argumentos estuvieron esencialmente afianzados en esta base religiosa. Así, mientras en las Asociaciones Psiquiátricas y Psicológicas Americanas presentaban estudios científicos sobre la homosexualidad, aquellos presentaban posturas basadas en creencias religiosas, lo cual permitió que progresivamente se abrieran y ganaran espacios en el sistema educativo estadounidense para hablar sobre homosexualidad y heterosexualidad de manera más equilibrada.


Un fenómeno similar se dio con respecto a la enseñanza de la Teoría de la Evolución y de las explicaciones basadas en el relato bíblico (el creacionismo bíblico) en las escuelas públicas de los Estados Unidos. La primera tiene sustento científico mientras la segunda se basa en creencias, lo cual permitió que la primera ganase espacios.


La respuesta a ambos fenómenos de parte de, esencialmente, los mismos grupos fue recurrir engañosamente a la ciencia para "vestir" sus argumentos como ciencia (y de paso dejar de ser "políticamente incorrectos" al afirmar que curan la homosexualidad). Mientras los creacionistas bíblicos postularon la llama Teoría del Diseño Inteligente (en breves palabras: el mundo es tan perfecto que no pudo surgir como resultado de la azarosa evolución, por lo tanto una "inteligencia superior" tuvo que haberlo diseñado), grupos como la NARTH postulan una serie de afirmaciones sobre la homosexualidad que ellos argumentan están "científicamente" sustentadas.


Entre las afirmaciones que la NARTH hace con respecto a la homosexualidad encontramos:

· "La homosexualidad actúa en contra de nuestra naturaleza humana" (cursivas mías, [1]).

· "La homosexualidad no es saludable, no es una alternativa natural a la heterosexualidad" (cursivas en el original, [2]).

· "Muchos de nuestros miembros la ve [a la homosexualidad] como una 'falla de la función con respecto al diseño'" ([3]).


A la par que estos grupos sostienen que sus puntos de vista son científicos argumentan que las posturas de los evolucionistas y de quienes sostienen que la homosexualidad es natural (como la heterosexualidad) no son científicas. Sostienen que en la actuación de dichos grupos hay una serie de "juicios filosóficos" y que tales juicios no son científicamente "neutrales" (lo que hayan querido decir).



En breve sostienen que en los trabajos de aquellos que afirman que tanto la homosexualidad como la heterosexualidad son naturales hay una serie de presupuestos no científicos que le restan validez a los resultados.
Cualquier investigación científica está sustentada en un marco teórico que es precientífico y, en estricto sentido, constituye una serie de presupuestos. No es posible hacer ciencia sin tales marcos. Tanto en los trabajos que la NARTH pública como los que la APA pública. La NARTH parece argumentar que los marcos con los cuales se han realizado los estudios que muestran que la homosexualidad no es una enfermedad y es natural son excesivos o hacen una serie de supuestos que determinan el resultado de la investigación. Sin embargo la NARTH hace precisamente lo mismo, presentando dichos supuestos no como parte de un marco teórico sino como hechos científicos, lo cual constituye un engaño. La NARTH sostiene como hechos "científicos" que:

1. El ser humano fue diseñado (afirmación que apela a la citada Teoría del Diseño Inteligente) y ellos actúan como si supiesen para qué fue diseñado ([1], [3]).
2. Existe y ellos actúan como si supiesen cuál es la "naturaleza" humana ([1]).
3. La familia es la "esencia" (core) de la "identidad" humana ([1]).
4. Las categorías de género hombre/mujer son naturales, complementarias y determinan el matrimonio heterosexual ([3]).
5. La sexualidad humana tiene un significado y un propósito (y ellos actúan como si los conociesen, [1]).



Al presentar los anteriores como hechos científicos determinan el resultado de sus investigaciones y por supuesto sus investigaciones concluyen con que la homosexualidad no es recomendable ni deseable en las sociedades humanas y, por el bien de éstas, debe ser tratada y, aún más, curada.



Su discurso en defensa de la diversidad y de la tolerancia es falaz. En [3] hacen explícito "[...] que nosotros respetemos y demos la bienvenida a la diversidad intelectual no significa que no tengamos opiones -o que consideremos que todos los conflictos en cuanto a opiniones son igualmente válidos. La tolerancia de la diferencia no significa apatía intelectual. Un respeto por el pluralismo no implica relativismo". Su rasero para determinar cuando un conflicto de opiones es válido es justamente que éstas sean científicas, desde su punto de vista. De antemano la homosexualidad no representa una opinión tan válida como la heterosexualidad por lo anterior.


Se presentan como discriminados y en una posición de desventaja frente al discurso gay. Afirman que en los últimos veinticinco años la presión política de los grupos activistas ha revertido los estudios sobre la homosexualidad como enfermedad. Sin embargo es indudable que la posición dominante sigue siendo la heterosexual y sí, es cierto, la presión de grupos activistas ha frenado los estudios sobre la homosexualidad como enfermedad porque precisamente no lo es. Ellos suponen que toda la historia la homosexualidad ha sido una enfermedad, lo cual está ampliamente desmentido ([4]).



Algunas páginas interesantes

Doin' Time in the Homo No Mo Halfway House, http://www.homonomo.com/.

Algunos hechos sobre ex-gays y ex ex-gays, http://en.wikipedia.org/wiki/Ex-gay.

Fuentes

[1] Declaración de principios de NARTH, .

[2] Tres mitos sobre la homosexualidad, http://narth.com/menus/myths.html.

[3] Nuestro propósito: defender la verdadera diversidad. http://narth.com/menus/statement.html.

[4] Guasch, Òscar. La crisis de la heterosexualidad. Editorial Laertes, España, 2000.